martes, 5 de julio de 2011

Linchpin. ¿Eres indispensable?

Linchpin. ¿Eres indispensable?
Seth Godin

Tenía ganas de leer algo de Seth Godin, ya que es un internauta reconocido, y más aún cuando me recomendaron este título en especial. Desafortunadamente debo decir que no me ha cautivado tanto como a quien me lo recomendó (que sepas que estás bajando tu nivel). Aunque presenta algunas buenas ideas, a mi entender pasa demasiado tiempo analizándolas y en ocasiones se hace pesado.

El autor da vueltas sobre la idea de que si hacemos un trabajo que puede detallarse en un procedimiento, entonces somos reemplazables. Por el contrario, si somos capaces de dar algo más, de ser diferentes, entonces seremos indispensables en la organización.

Ser diferente no consiste únicamente en tener más conocimientos, sino en ser creativo, pensar out-of-the-box, interactuar, tomar riesgos, salirse del guión, ...

Los indispensables también hacen trabajo al alcance de cualquiera durante parte de su tiempo. La diferencia es que llegado el momento, marcan la diferencia.

Hay trabajos en los que por definición es muy difícil aportar algo extra, por lo que habrá que intentar uir de ellos. Si tu trabajo se puede escribir en un manual, entonces eres un engranaje de una maquinaria que puede ser fácilmente sustituido.

En los primeros capítulos de la Riqueza de las Naciones de Adam Smith se expone que la manera de maximizar los beneficios es fabricar un producto como una cadena de pequeñas tareas que puedan ser realizadas por operarios siguiendo unas pocas instrucciones y que recibirían un sueldo bajo, en vez de usar trabajadores cualificados que puedan fabricar todo el producto.

Como dijo Michael E. Geber: El modelo de negocio perfecto será el llevado a cabo por personas con el nivel más bajo posible de habilidades.

Si el producto de un trabajo es medible, se puede forzar a producir más. Si se puede escribir en un manual, se puede subcontratar. Si se puede subcontratar, se puede hacer más barato.

El futuro pasa por hacerse indispensable, en proporcionar valor, en no ser una pieza más que pueda sustituirse.

¿Cuándo ha de cobrar un trabajador? Si es difícil medirlo, cobrará como el trabajador mediocre. Si es inconformista, no seguirá en el trabajo.

En las fábricas se usa mucho el concepto de piezas reemplazables, pero no por ello las fábricas van a ser el demonio, ya que gracias a ellas y su bajo coste de fabricación, podemos comprar muchos productos (al menos los que tengan trabajo).

Desde el punto de vista del empresario, los mejores trabajadores serán:
- No cualificados. Son fáciles de reemplazar y barato.
- Indispensables. Son caros pero marcan la diferencia.

En el pasado regalar era considerado como un acto de poder y ostentación. Por el contrario, hoy en día se puede entender como que el que regala quiere algo del que lo recibe. Con la aparición de internet, los receptores de nuestros regalos pueden se millones. Desde el punto de vista económico y de visibilidad, regalar nuestro trabajo puede abrirnos muchas puertas en el futuro, ya que por ejemplo habrá personas interesadas en nuestro trabajo y nos crearemos una reputación.

Mi calificación: 6.5

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